Jimi Hendrix sin dudas fue un ícono de la música y de la Guitarra, se lo considera el primer Dios de la Guitarra. Su legado ha sido inmenso y todos los 18 de septiembre recordamos su paso a la inmortalidad. Por eso hoy en Mesa y Cerveza les traemos la historia de este genio.
De familia humilde, a los nueve años sufrió el divorcio de sus padres y fue puesto a tutela de su abuela Nora Rose Moore. A los catorce años compró su primera guitarra acústica por cinco dólares a un conocido, reemplazando el ukelele de una sola cuerda que su padre había encontrado limpiando un garaje. Desde entonces no dejó de practicar, guiado por la mirada constante a músicos de gran calibre como BB King, pionero del blues rock.
En 1958 muere su madre, y su padre, de consuelo, le compra su primera guitarra eléctrica. Para 1960 tuvo algunos problemas con la ley. Discriminado por negro, el Gobierno norteamericano le dio a elegir entre la reclusión o el alistamiento militar. Así, Hendrix es enviado a Fort Campbell como recluta paracaidista.
Enojado por la rigidez militar y decidido a buscar su liberación por medio de la música, decide poner punto final a su carrera musical, para lograrlo visita al psicólogo del ejército y se declara homosexual, pero consigue finalmente la baja cuando confirma problemas físicos, dolores en la espalda y lesión en el tobillo producto de un salto en paracaídas.
Liberado del Ejército comienza su carrera artística en el sur de los Estados Unidos junto a su amigo Billy Cox. Los King Casual era la banda que formaron. Cansado de la discriminación racista se muda a Nueva York.
En enero de 1964 el guitarrista se instala en el barrio de Harlem, donde funda amistad con los gemelos Allen. Amistad de hierro, como lo demuestran algunas colaboraciones en la última parte de la carrera de Hendrix en el interior de sus grabaciones (un ejemplo puede ser considerada Freedom, en la cual los gemelos Allen se ocuparon de los backing vocals acreditados con el nombre de Ghetto Fighters).
Aquí también encontró el amor de “Fayne” Pridgeon. Fayne procuró una gran companía a Hendrix, además de que le fue de fundamental ayuda para ingresar en el mundo oculto de la música de Harlem.
Antes de su escalada al éxito realizará intermitentes giras por territorio norteamericano tocando en diversas bandas como Isley Brothers Gorgeous, George Odell, Upsetters y Curtis Knight and the Squires, entre otras.
Pero el verdadero salto a la fama lo da en Europa. Londres estaba sedienta de nuevas experiencias lisérgicas. Después de algunas audiciones se decidió en estructurar la formación sobre un modelo power trío, y los colegas elegidos para ese fin, ambos ingleses, fueron el bajista Noel Redding y el baterista Mitch Mitchell. En 1966 nace la Jimi Hendrix Experience.
El trío fue una verdadera revelación, hizo furor en el viejo continente con un primer single que recorrió el mundo. De un lado del disco escuchabas el tema “Hey Joe” y del otro “Stone Free”, una locura para los sentidos.
Finalmente, por una invitación de Paul McCartney, la banda logra desembarcar en Estados Unidos. Hendrix vuelve a su tierra natal reventando oídos en el Monterey International Pop Festival celebrado los días 16, 17 y 18 de junio de 1967, conocido como el “Verano del amor”. Hendrix es inmortalizado en un documental en el cual llama la atención de todo el movimiento hippie durante cuarenta minutos de concierto, en un modo hasta ese momento jamás visto, llegando a hacer mímica de actos sexuales, haciendo sonar la guitarra con los dientes, por detrás de la espalda, contra el soporte del micrófono y hasta contra su amplificador causando un acople estremecedor. En este espectáculo termina delirando y prende fuego su guitarra para finalmente destruirla contra el amplificador.
El éxito y las exigencias de un alto ego, por un lado, y un ingreso desorbitado de dinero, por el otro, hicieron corromper la banda en discusiones que perdían el sentido después de altas dosis de LSD.
El festival de Woodstock de 1969 coronó a Hendrix en su carrera. Más allá de que estaba postulado como la estrella de cierre, debido al fuerte torrencial, cientos de miles de espectadores volvieron a sus casas. Hendrix terminó apareciendo en escena en la madrugada del 19 de agosto frente a ciento ochenta mil espectadores después de “tres días de paz, amor y música”.
El hecho que más sobresalió en aquella histórica exhibición fue la transfiguración de su guitarra operada sobre el himno de los Estados Unidos. Hendrix interpretó el tema salvajemente, mezclándolo con feroces simulaciones sonoras de bombardeos y ametrallamientos sobre los barrios de Vietnam, sirenas antiaéreas y otros ruidos de batalla, todo únicamente usando su guitarra.
Un año más tarde Hendrix encuentra el final de su carrera, a los veintisiete años de edad, siendo este el final de su vida también. Es confusa la causa de su muerte, aunque un voto mayoritario alega sobredosis, y las supuestas pericias oficiales dicen haberlo encontrado ahogado en su propio vómito.
Canciones como Voodo Child, Foxy Lady, Little Wing y Red House quedará marcadas en nuestros corazones. Que tu música siga sonando en el cosmos!!!
Vía: La Izquierda Diario