Italia es el lugar en el que se encuentra la receta tradicional del helado. Scannapieco, un clásico de la gastronomía porteña, es uno de los máximos exponentes de los sabores y los métodos del país del mediterraneo. Recibe el nombre del apellido de uno de los inmigrantes que la fundó, en 1938, al arribar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La Heladería Scannapieco se ubicó en la Avenida Córdoba al 4828 en su fundación, aunque luego se mudó y hasta abrió otro local. Las recetas de este clásico postre provienen de la tradición italiana, ya que uno de los impulsores del negocio era un pastelero destacado antes de emigrar hacia Argentina. Aunque luego se fusionaron ambas tradiciones para crear, por ejemplo, el sabor de dulce de leche.
Por qué Scannapieco es una de las mejores heladerías del mundo
Reconocida en varios listados como una de las 100 mejores heladerías del planeta e incluso una de las tres más importantes de Argentina (junto a Rapanui y Cadore, las tres con sedes en Buenos Aires), una de las razones por las que es tan valorada es, justamente, su sabor de dulce de leche granizado, que tiene un gusto cremoso acompañado por chispas de chocolate.
Scannapieco se encuentra abierta todos los días de la semana en sus dos sucursales en Buenos Aires, las únicas en el país. Una se encuentra en Avenida Álvarez Thomas 10, en el barrio de Colegiales, y la otra en el local 7 del Paseo de la Plaza, en Avenida Corrientes. Es posible disfrutar de sus helados desde el mediodía hasta la medianoche, aunque los fines de semana se extiende hasta la una de la mañana.
La heladería cuenta con varios sabores que lo distinguen. Tal es el caso del chocolate Scannapieco, que se elabora con una base de chocolate y dulce de leche pero en el que también se incluyen merengues, castañas italianas y dulce de leche casero; o del Dulce de Leche Astor, inspirado en el aclamado músico Astor Piazzola, que solía frecuentar el negocio.
Otros de sus sabores más populares son el de pistacho (basado en la receta italiana, ya que en el país europeo es uno de los gustos más ordenados), la crema rusa, el sambayon, la vainilla y hasta el marrón glacé. Su oferta combina lo más tradicional con una fusión de experiencias distintas, como chauchas de Nueva Guinea.
Scannapieco, además, se destaca por haber seguido la tradición de los ancestros que fundaron el negocio. La heladería siempre perteneció a la familia y fueron ellos los que se encargaron de transmitir las recetas que permitieron distinguir al establecimiento como uno de los mejores del país.
Esto comenzó con Andrés, que trabajaba como pastelero en Salerno, en la Costa Amalfitana de Italia. La herencia continúa hasta hoy en día, más de 80 años después, cuando dos hijos y tres nietos siguen a cargo de las preparaciones. Además, ellos se formaron para estar al tanto de las tendencias en la gastronomía.