Hace tan solo unos días, una competición eligió cuáles son los 50 mejores restaurantes de América Latina, un premio que se lo llevó Don Julio, uno de los grandes clásicos de Buenos Aires. Sin embargo, Niño Gordo, que también se encuentra en Palermo pero que es mucho más reciente, logró estar entre los 40 primeros, remarcando un éxito que no para de crecer.
Niño Gordo es una parrilla asiática en la que se combinan los clásicos sabores de Oriente pero a los que también se le unen las tradicionales recetas de Buenos Aires, generando un mix que suele ser irresistible para los clientes. Aunque hay otros aspectos que lo consolidan como uno de los favoritos en la ciudad y están relacionados con su ambientación.
Por qué Niño Gordo es un éxito
La razón principal que explica que haya sido elegido como uno de los 50 mejores restaurantes de toda la región se encuentran en que su experiencia gastronómica es de primer nivel. Se destaca porque podría visitarse en varios países de Asia pero se encuentra en el corazón de Palermo, muy cerca de Plaza Serrano, que es uno de los centros culinarios de Buenos Aires.
Con respecto a su ubicación y a sus horarios, Niño Gordo se encuentra en Thames 1810, a pocas cuadras de Plaza Italia, que es uno de los lugares a los que es más fácil arribar mediante transporte público. De martes a viernes, abre de 20 a 00 hs, mientras que los sábados y domingos se puede almorzar desde 13 a 17 hs y cenar desde 20 a 00 hs. Los lunes está cerrado.
De acuerdo a lo que explican desde Niño Gordo, su ambientación busca reflejar intimidad y misterio mezclado con “el espíritu lúdico de la cultura pop”. Y hay una característica de su carta que genera que muchos consumidores deseen volver cada un tiempo: rotan en períodos de tiempo cortos, agregando nuevos platos que representen a la comida asiática.
Entre las principales influencias de Niño Gordo se destacan varios platos de la cocina vietnamita, thai, china y coreana, todo fusionado a partir de ingredientes específicos que se combinan con un toque argentino. En su menú se destacan platos el tataki de bife, pesca a la plancha con verduros, pollo frito, ojo de bife con arroz, curry de ternera, arroz frito picante, gírgolas con puré de coliflor y salsa de hongos.
Uno de sus platos más recomendados por los habituales clientes es el katsu sando, que es un bife con pan brioche, tonkatsu y mayonesa japonesa. También se destacan Baos Entraña, que son pickles, aromáticas, sweet chili, cohujan y que cuenta con una opción vegetariana.
Algo similar sucede con su coctelería, en la que se fusionan sabores y aromas provenientes de Asia. En cuanto a las metodologías, se trabaja con Tiki y clásicos, aplicando distintos licores y destilados del continente que inspira el local, como es el caso del Sake, el soshu, el extracto de bambú, whisky japonés, destilado de raíz de Ginseng y makgeolli.