Cuidado de la piel: qué son los filamentos sebáceos y cómo tratarlos

Hay muchos errores comunes en los que no podemos evitar caer cuando pensamos e implementamos una rutina de cuidado de la piel, uno de ellos es confundir a los puntos negros, con los filamentos sebáceos...
Hombre haciendo su rutina de skincare.

Hay muchos errores comunes en los que no podemos evitar caer cuando pensamos e implementamos una rutina de cuidado de la piel, uno de ellos es confundir a los puntos negros, con los filamentos sebáceos. La distinción quizás no suene tan relevante pero lo es, dado a que se trata de cosas diferentes que deben ser tratadas de manera distinta. 

Los filamentos sebáceos están formados por sebo y células de la piel, pero a diferencia de los puntos negros, no obstruyen el poro, sino que distribuyen los aceites a la superficie de la piel, ayudando a que ésta se mantenga suave e hidratada. Algo importante a entender es que por más que queramos eliminarlos, los filamentos sebáceos siempre van a estar allí, son parte de la matriz configuracional de la piel humana y si bien apretarlos pueda resultar satisfactorio, lo cierto es que al hacerlo estamos generando más daño que beneficio: los poros se dilatan y pueden quedar marcas o cicatrices. 

Entonces la pregunta es: ¿qué se puede hacer para reducir el aspecto de los filamentos sebáceos sin hacerle daño a la piel? Acá te dejamos el paso a paso. 

  1. Doble limpieza: esta técnica consiste en primero usar un limpiador a base de aceite, para eliminar las impurezas oleosas, el exceso de sebo y los puntos negros y después utilizar un limpiador regular. La doble limpieza ayuda a hidratar la piel a la vez que previene el remover oleosidad en exceso, lo cual después podría llevar a que la piel sobre-produzca sebo para equilibrarse.  
  2. Ácido salicílico: es el mejor aliado a la hora de reducir el aspecto de los filamentos sebáceos, ya que se introduce en los poros para disolver la suciedad y las uniones entre las células muertas de la piel, lo cual acelera el proceso de renovación celular. Se consigue en varios formatos, desde gel, hasta exfoliante y serum. 
  3. Purificación/ descongestión: el objetivo de este paso final es ayudar a desobstruir los poros, eliminando las impurezas o el exceso de grasa que pueda haber en ellos. Las mascarillas de carbón activado, las leches de limpieza y las soluciones descongestivas son las opciones que te van a dar mejores resultados.

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