En los últimos días se produjo un descubrimiento más que relevante para la industria gastronómica, ya que se halló el vino más antiguo de todo el mundo en Sevilla, España. Fue encontrado por un equipo de arqueólogos del Ayuntamiento de Carmona y la Universidad de Córdoba.
Según los cálculos que se realizaron tras el impactante descubrimiento, se estima que el vino tiene 2 mil años de historia, lo que lo convierte en el más añejo que existe. Además, se identificó, gracias a un complejo estudio, que es blanco, gracias a la cuantificación de los polifenoles típicos.
Qué sucedió con el vino
Los arqueólogos estaban investigando una tumba romana que apareció en una casa de Sevilla. En medio de sus estudios encontraron un vino en el que había sumergidos, en una urna de vidrios, restos óseos de una persona que estaba en la sepultura, así lo explicaron en un comunicado las dos entidades que participaron.
Lo más relevante, al menos para el sector vitivinícola, es que se trata de un blanco, más allá de que con el tiempo el líquido haya adquirido un tono rojizo que lo emparenta a un tinto, pero no lo es. Esto se debe a que se conservó desde el siglo I después de Cristo. Así lo detalló el Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba.
Cabe destacar que hace cinco años, los especialistas se hallaban excavando una tumba familiar hasta que se encontraron con restos humanos cremados, urnas funerarias, objetos personales y una serie de recipientes muy particulares. Se logró determinar que la necrópolis de Carmona data de los siglos I y II d.C.
Por otra parte, de los seis restos humanos que se hallaron, se descubrió que los huesos de un hombre estaban sumergidos en vino junto a un anillo de oro, lo que demuestra que provenían de una familia de clase Alta que seguía la tradición de la época.
Por qué es el vino más antiguo del mundo
Más allá de que el estudio haya logrado determinar hace cuántos años fue producida la botella, lo que lo convierte en el más añejo descubierto hasta el momento es que logró sustituir de este lugar a otra etiqueta.
Anteriormente, la botella de vino de Speyer, que fue fechada 300 años después que la del descubrimiento reciente, en el siglo IV después de Cristo, era catalogada como la más antigua de la que se tiene conocimiento. Fue encontrada en el 1867 y hoy en día se conserva en el Museo Histórico de Pfalz, Alemania, país en el que fue hallada.
La explicación científica sobre el vino
Una investigación publicada en el medio Science Direct afirma que “un estudio arqueoquímico del líquido permitió considerarlo el vino más antiguo conservado en estado líquido” y que esto se debe a “el perfil de sales minerales y, especialmente, la detección y cuantificación de algunos polifenoles típicos, permitieron identificar el líquido como vino blanco”.
Esto es relevante porque, como el color de la botella encontrada era rojo, el equipo de arqueólogos sospechó que se trataba de un vino pero no podía determinar si era así. Para eso recurrieron a una serie de análisis químicos que fueron llevados a cabo en el Servicio Central de Apoyo la Investigación (SCAI) y que fueron publicados en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.
Allí revelaron que habían transcurrido 2 mil años desde que la tumba fue sellada, pero cómo se preservó de manera intacta, y sus condiciones se conservaron, el vino logró mantenerse de forma natural, por lo que pudieron descartar que se tratarán de causas como inundaciones o filtraciones dentro de la cámara.
En base a esto, se pudo determinar que se trataba de un vino blanco gracias a los polifenoles, que son unos biomarcadores que se hallan en todas estas bebidas. Esto se realizó con una técnica que puede encontrarlos aún en baja calidad. Y descubrieron siete de ellos que también se presentaban en etiquetas de Jerez, Sanlúcar o Montilla-Moriles.
Por qué el vino se volvió rojo
Por otra parte, cabe destacar que, más allá de que haya habido ausencia del pigmento que se conoce como antocianina malvidina-3-glucósido, se hallaron restos de ánforas de época romana que sí contuvieron vino tinto, lo que lo diferencia del blanco. Esto también sirve para explicar por qué adquirió esa tonalidad específica.
De acuerdo a los especialistas, esto ocurrió debido a un simple proceso de oxidación que se genera durante su fermentación pero que se volvió mucho más evidente tras haber quedado almacenado por más de 2 mil años.
Cuál es el origen del vino más antiguo del mundo
De todas maneras, pese a haber logrado identificar que se trataba de un blanco, lo más complicado de descifrar fue de dónde provenía, en especial porque no existen otros ejemplares de la misma época para establecer comparaciones entre ellos que permitan dictaminar su origen.
De todas formas, las sales minerales que estaban presentes en el líquido mantienen algunas características comunes con otros vinos blancos que hoy en día se elaboran en territorios cercanos, lo que antes era Bética, una provincia antigua. Se los compara con los de Montilla-Moriles, lo que hoy sería la actual Andalucía.
Cabe destacar que los enólogos de aquellos tiempos, de estas regiones específicas, solían utilizar ciertos aditivos que ayudan a prevenir el deterioro del vino. Entre ellas se destacan los azúcares, el yeso, el cloruro de sodio y la sal, algo que ocurría con frecuencia en la antigua provincia Bética.
Este vino, según explicaron los arqueólogos, era utilizado en rituales funerarios por los romanos. Además, detallaron que en Carmona, una vez que los restos fueron cremados y depositados en una urna, se la llenó de vino como parte de esta tradición “para ayudar al difunto en su transición a un mundo mejor”.